Me iba al día siguiente y para siempre de aquel piso. Había
sido un año intenso, sin precedentes. Con grandes alegrías pero, sobre todo,
complicados reveses y golpes difíciles de encajar; pero que, poco a poco, he
ido superando (no sin dificultad). Abandonaba a ruidosa Luis Montoto.
Adiós a los sonidos de ambulancia a las tres de la mañana, o
a los grupos de jóvenes borrachos hablando a gritos entre sí al salir de la
discoteca de enfrente. Adiós a aguantar la tapa del wáter porque esté suelta
y siempre se caiga. Adiós a presionar la persiana con una mano mientras porque está
atascada y no puede subir. Adiós a las fundas de sofá que dan alergia, y a las
cortinas que solo hacen soltar polvo. Adiós a una vitrocerámica que te da calambre
cuando intentas limpiarla. Adiós a la luz tililante del pasillo, que convertía
ir al servicio por la noche en una escena de película de terror. Adiós a esa
sensación de muerte inminente cuando se prendía el calentador de butano…
A pesar de todo, voy a echar de menos vivir ahí, y como me
conozco ya, sé que no tardaré en esbozar una sonrisa cuando pase por el portal
del que fue mi piso en este año de locos.
Porque al fin y al cabo, también es cierto que he compartido
techo con las dos mejores compañeras de piso que he tenido nunca, y sin ellas
saberlo, han contribuido mucho para que este curso fuera especial. A las dos
(ellas ya saben quiénes son) gracias. Muchas gracias por todo.
Una despedida que abrirá nuevos rumbos y nuevos derroteros. Has cambiado la foto. . .tal vez. . . está hecha en el Rinconcillo. .? Cuántos recuerdos!!! Suerte con tu vida! Besos.S. (Creo que sabes quien soy y con que lo sepas tu es suficiente, por eso pongo S.). Cuidate e intenta ser feliz todos los días.
ResponderEliminar¡No! :D Está hecha en Lisboa, durante mi viaje de fin de carrera.
EliminarCuídate ^_^