lunes, 26 de noviembre de 2012

Ropa vieja, libros nuevos



¡Ay de esas personas que ya tenías arraigadas en tu vida!
Todas, tarde o temprano, acaban por irse, dejando un vacío increíble, un vacío que no puedes comparar a ninguna otra cosa.
De repente darías cualquier cosa por volver a oír hasta aquellas expresiones manidas de tanto uso, aquellas bromas y chistes que ya odiabas de tanto escucharlas. 
De repente, sin darte cuenta, esa tierra vacía que dejan esas grandes raíces, tan arraigadas en ti, se van llenando poco a poco de nuevos amigos, de nuevas parejas, nuevos amantes. Y una por fin aprende que, para que entre algo nuevo y bueno, en tu vida, que te llene, que realmente te haga feliz, deber antes arrancar las malas hierbas.
Quitar poco a poco esas cosas que te sobran, hacer hueco en los armarios y en las estanterías de tu vida, para dejar espacio a nuevos libros y nueva ropa.
Nuevas historias, nuevos estilos, nuevos caminos por descubrir… Y dejando atrás los lastres, sin remordimientos, alegremente, aceptando el pasado, podemos hacer que esos libros que dejamos, esa ropa que ya no nos ponemos, no estén nunca en mal estado, y que otras personas que vengan después de ti puedan disfrutarlas.
Que cuenten anécdotas sobre ti con amigos y con sus futuras parejas sobre cosas que habéis hecho, que habéis dicho, que habéis vivido. Por eso, si lees esto y te sientes identificado, consuélate pensado que lo malo de encontrar al amor de tu vida es lo bien que te lo pasas buscándolo




2 comentarios:

  1. Esta muy bien aprender estas cosas. Denotan madurez. La vida es un continuo aprendizaje. Besos. S.

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