Aquí os dejo con una recetilla de las mías, que empezó siguiendo a rajatabla el modus operandi de un libro de recetas, y que poco a poco he ido
modificando, añadiendo y simplificando, hasta llegar a lo que es ahora, una
receta de supervivencia estudiantil, pero con un toque sofisticado. La pongo en
práctica de vez en cuando, cuando quiero darme un capricho culinario, no soy
muy de cocinar con curry.
Procedimiento:
Pelamos, cortamos y picamos una cebolla grande, una
manzana verde o roja (que no sea de las ácidas, no quedan tan bien) y una
zanahoria grande. Calentamos aceite o mantequilla en una sartén y doramos bien
los tres ingredientes. Cuando la manzana tenga el aspecto de una compota,
añadimos un brick de nata para cocinar, la piel de medio limón, una cucharada
de azúcar, curry al gusto y lo dejamos a fuego medio durante 15 minutos, removiendo
de vez en cuando. Añadimos un poco de sal y probamos para comprobar que no le
“salga” ningún sabor. ¡Estamos a tiempo de rectificar!
Ahora, si quieres, puedes pasar la salsa por la batidora
quitándole antes la piel del limón, pero yo prefiero encontrarme los trocitos
de cebolla y zanahoria... y así me ahorro limpiar un cacharro más.
Cortamos las pechugas de pollo (De dos a cuatro filetes,
dependiendo del tamaño) en tiras de dos dedos de ancho, o en taquitos pequeños.
Los doramos un poco con aceite en una sartén, los apartamos y los añadimos a la
cazuela de la salsa.
Puedes preparar un poco de arroz basmati para acompañar (¡sigue
las instrucciones del paquete, so vago!). Aconsejo que añadas al agua de hervir
un puñado de hierbabuena o menta y una cáscara de limón, le da un toque de
sabor bastante agradable. También hay vasitos de arroz, de esos que los pones
en el microondas y se hacen solos. O puedes preparar un cuscús. En la variedad está el gusto. ¡Pero que sea
basmati, que con el arroz redondo no queda igual!
Ya está.
Recuerdo una vez que tuve que preparar pollo al curry
para quince personas, y las proporciones me bailaron mucho. Tardé horas en
reducir la salsa y comimos casi dos horas más tarde de lo planeado.
Este plato también es ideal para añadir a un bento, si
tenemos cuidado de espesar bien la salsa de curry.